Mi amor por el Fútbol

Tanta pasión…tanto amor por el fútbol… pero… ¿cómo empezó todo esto? Aquí les cuento el inicio de mi historia.

No recuerdo cuando fue la primera vez que vi un partido de fútbol en la tele. Mis recuerdos son algo borrosos, pero por mi hermano puedo decir que sé cómo sucedió: Mi papá viendo los partidos y abrazándonos y levantándonos cada vez que había una anotación. No es de extrañar que nos transmitiera esa emoción, incluso más grande que cuando mamá traía galletas con leche para celebrar y ver el juego.

Jugando de verdad

Luego vinieron los primeros partidos con mis primitos y mi papá, hasta que entré a la escuela y tuve la oportunidad de practicar las técnicas que mi padre me había enseñado para poder integrar el equipo del salón. Recuerdo que cada juego era una final y la emoción no se podía ocultar, así como la tristeza cuando no ganábamos.

Hacíamos campeonatos inter salones y los mejores equipos eran seleccionados para ir a los juegos inter escolares. Nuestro compromiso era tan grande que si por alguna gripe o algo no podíamos asistir, todo se convertía en un mar de lágrimas. No había nada más grande que participar en un campeonato… ¡y qué decir de ganarlo!

Fue entonces que supe que el fútbol era mi vida y que mi sueño era ser jugador profesional. Representar a mi país en un mundial y tener mucho éxito en las mejores ligas del mundo. Ser el nuevo Messi o Maradona y ser adorado por todos… ¡Guao! Claro que ahí entra el choque con mi mamá, quien aspira que tenga un trabajo y me gane la vida con él…pero…no digan nada…ya tengo mi plan hecho para llegar a lograr mis metas.

¡La fama internacional!

Mis primeros campeonatos internacionales los jugué: ¡en la sala de mi casa! Ja ja ja ja… sí. Con futbol FIFA en el play, era tan emocionante como un juego real. Organizábamos competencias en la cuadra y bueno, no puedo ocultarlo: he sido uno de los mejores jugadores y el que lleva más mundiales ganados XD.

Sin embargo, nada fue tan emocionante como aquella vez en que me inscribieron en la escuela del Boca. Allí tuve mi primer contacto con el fútbol profesional. Me enseñaron técnicas más depuradas, pero también aprendí a alimentarme bien, a descansar y a mejorar cada día. Mi sueño había comenzado.

Hoy día estoy en la preselección y espero participar en los campeonatos mundiales de mi categoría que se celebran, para lo cual debo esforzarme al máximo, ya que la competencia es dura y muchos luchamos por tener un puesto privilegiado de jugador de la albiceleste.